Una vez más, no quisiera hablar de trastornos, en esta ocasión, hablaré de perfiles.
La diferencia, que hay entre trastorno o perfil, es que mientras para el trastorno, una vez más, desde la clínica nos tenemos que valer de unos criterios, básicos o mínimos, por perfiles me quiero referir a tendencias, sin la necesidad de tener que cumplir con unos requisitos.
Pero, antes de hablar de todo esto, creo necesario empezar por definir qué es la personalidad.
Índice
¿Qué es la personalidad?
Mi propia definición, como psicóloga que forma parte del equipo Psico3, en el centro de Madrid, sería:
“ …La personalidad es aquel esquema general, o aquella espina dorsal que determina nuestra manera de pensar, sentir y actuar, conformando por tanto nuestra identidad.
Gracias a ella, nos diferenciamos de los demás.
Y aunque establece un patrón de actuación, en todos estos niveles: cognitivo (referido al pensamiento), afectivo (del sentimiento) y conductual (de la conducta) ; muchos de esos rasgos que conforman nuestra personalidad, si no se pueden cambiar, al menos se podrán pulir o matizar…”
La personalidad como motivo de consulta.
En realidad, son muy pocos los casos que llegan a nuestra consulta en Chamberí, presentando como motivo de consulta un trastorno de personalidad, a no ser que haya habido, previamente, un diagnóstico psiquiátrico.
En general, los problemas de personalidad, vienen encubiertos por otros problemas como pueden ser problemas de autoestima, ansiedad, drogadicción, depresión, alteraciones de conducta…etc.
En realidad, diría que, en cualquier motivo de consulta, es necesario hacer una valoración y exploración por la personalidad del paciente, para saber de qué forma puede estar actuando en su problema.
Tipos de trastornos de personalidad
Y ahora sí, ahora es cuando voy a hablar de aquellos tipos de personalidad, que los psicólogos, desde la clínica, tenemos clasificados.
Clasificación, por la cual, podemos prever, intuir o de alguna forma, anticipar, la manera de actuar de la persona. Siempre con un margen de error, está claro.
Gracias a estas clasificaciones establecidas desde un fundamento científico, podremos realizar un trabajo psicoterapéutico, más rápido y por tanto, efectivo para el paciente.
Se trata de 10 tipos de personalidad, los cuales al mismo tiempo, los separaremos en tres grandes grupos. Estos serían: personalidad del grupo A; personalidad del grupo B y personalidad del grupo C.
Vuelvo a incidir, que lo que finalmente hará que esto perfiles de personalidad, puedan ser diagnosticados como trastornos, será la intensidad de estas características, por lo que por tanto, es una cuestión de grado y la rigidez con las que se den.
Insisto por tanto, en que, los componentes de cada uno de estos grupos que a continuación expondré, existen en las personas “normales”.
Una vez más, hablaremos de problemas, cuando estas características generen unas consecuencias que limiten al paciente en el aspecto laboral, personal o social.
Trastornos de la personalidad tipo A.
En este grupo las personalidades que lo conforman comparten conductas que suelen describirse como retraídas, frías, suspicaces o irracionales.
En este grupo se encuentran:
1. Trastorno de la personalidad paranoide o estilo paranoica.
Son personas a las que les caracteriza la poca confianza que tienen en otras personas, al vez de lo mucho que sospechan.
Hablamos de sospechas injustificadas, que debido al temor de ser explotados, llegan a no confiar.
Identifican significados ocultos en los comentarios y acciones positivas.
Interpretan eventos indeseables como consecuencia de una acción deliberada.
Albergan resentimiento durante mucho tiempo e incluso por siempre.
Son individuos que tienden a ser rígidos y prejuiciosos.
Pueden parecer personas frías, calculadoras y desconfiadas, que evitan tanto la culpa como la intimidad.
Son personas que se muestran tensas, con dificultad para relajarse, por ejemplo, durante una entrevista, incluso, de carácter informal.
2. Trastorno de la personalidad esquizoide.
Se trata de personas que se muestran indiferentes a la asociación con otras personas.
Son solitarios de toda la vida, cuentan con un rango emocional restringido, pereciendo fríos, huraños e insociables.
Curiosamente, son individuos que suelen tener éxito en empleos solitarios, para otros, difíciles de tolerar.
Suelen ser personas que permanecen aisladas, con una variabilidad emocional limitada.
Suelen carecer de amigos cercanos, disfrutan pocas actividades, e incluso muestran poco interés en el sexo, con otras personas.
Suelen parecer indiferentes a las críticas o a los elogios.
3. Trastorno de la Personalidad Esquizotípico.
Presentan deficiencias perdurables en las relaciones interpersonales, que dificultan la cercanía con otros.
Muestran pensamientos, percepciones y comportamientos excéntricos y les hace parecer peculiares.
Se suelen sentir ansiosos al estar con extraños y no suelen contar con amigos cercanos.
Se caracterizan por ser suspicaces e incluso supersticiosos.
Dentro de ese pensamiento extraño y excéntrico, se suele encontrar pensamientos mágicos y creencias en modos de comunicación extraños como puede ser la telepatía.
Suelen hablar de sentir una “fuerza” o “presencia” y utilizan un lenguaje extraño y sumamente abstracto.
Trastornos de la personalidad tipo B.
Estas personas tienden a ser dramáticas, susceptibles, y tienden a buscar atención con estados de ánimo que suelen ser lábiles y superficiales.
4. Trastorno de la personalidad antisocial.
Estos individuos violan e ignoran de forma constante los derechos de otras personas. No pueden adaptarse a las normas de la sociedad o deciden no hacerlo.
Pueden parecer encantadores en la superficie aunque muchos tienden a la agresividad y a la irritabilidad.
Muestran comportamientos irresponsables que afectan a todas las áreas de su vida.
Estos individuos, no suelen planear sus conductas delictivas sino que más bien, parecen ceder a impulsos.
5. Trastorno de la personalidad límite o limítrofe.
Se caracterizan por vivir en una crisis perpetua del estado de ánimo y del comportamiento.
Muchos se sienten vacíos y aburridos y tienden a apegarse de forma intensa y sin embargo, luego desarrollan ira y hostilidad hacia aquellos de quienes creen que dependen.
Pueden tratar de manera impulsiva de lesionarse o mutilarse.
Se destacan por cambios intensos y rápidos de su estado de ánimo, la impulsividad y las relaciones interpersonales inestables. Esto les dificulta establecer aspectos personales, laborales y sociales sanos.
6.Trastorno de la personalidad histriónico.
Se trataría de una búsqueda intensa de atención y emotividad, en todos los aspectos de la vida de la persona.
Son personas quieren estar en el centro de atención, ya sea por medio de hablar de sí mismos, de sus intereses, deseos…etc. como por medio de su propio comportamiento.
Se encuentran extremadamente preocupados por su atractivo físico y se expresan de una manera tan extravagante que pudiera parecer una parodia de la emotividad normal.
Sienten una gran necesidad de aprobación, por lo que, pueden mostrarse seductores.
Otra característica propia de estas personalidades es la de una baja tolerancia a la frustración, con el consecuente “berrinche esperable”, por lo comentado anteriormente .
7. Trastorno de la personalidad Narcisista.
Personas que se caracterizan por un patrón de grandeza de conducta y de sus fantasías, de por vida.
Al mismo tiempo, sienten sed de admiración y ausencia de empatía.
Se consideran inusualmente especiales y son individuos prepotentes que a menudo exageran sus logros.
Sin embrago, casi de manera paradójica, a pesar de su prepotencia, tienen una autoestima frágil, creyendo incluso en situaciones de éxito, que son un fraude o que no lo merecen.
Fantasean con un éxito extremo y envidian a quienes consideran que lo han logrado.
Trastornos de la Personalidad del grupo C.
El factor común en estos casos sería el mostrarse ansiosos, tensos y bajo control extremo.
8. Trastorno de la personalidad por evitación.
Estas personas se consideran inapropiadas, mostrando inhibición y se sienten excesivamente sensibles a la crítica.
Se muestran modestas y con una disposición a agradar, aunque al mismo tiempo, pueden ceder a un aislamiento extremo.
No establecen relaciones, hasta no tener la seguridad de ser aceptadas.
Se sienten cómodos en sus rutinas y tienden a evitar cambiar sus costumbres.
9. Trastorno de la personalidad dependiente.
Son personas que necesitan que alguien más cuide de ellos. Es tan desesperado su temor a la separación que toman actitudes extremadamente sumisas y empalagosas. Esto puede llevar a que otros se aprovechen de ellos o los rechacen.
Si se les coloca en una posición de liderazgo, les producirá ansiedad. Igualmente, se sentirán desamparados e incómodos, cuando están solos.
A estas personas les cuesta mucho tomar decisiones. Necesitan de gran afirmación para ello.
Tienden a menospreciarse y pueden llegar a tolerar el abuso, incluso físico.
10. Trastorno obsesivo compulsivo.
Se trata de personas perfeccionistas que se desvelan por el orden; necesitan ejercer un control interpersonal y mental. No tienen por qué presentar obsesiones o compulsiones, como sucede en el TOC, aunque alguno de forma eventual, lo puede llegar a desarrollar.
El perfeccionismo de estas personas, les lleva a una dificultad a la hora de tomar decisiones, a la inquietud por el detalle, a la escrupulosidad y a la insistencia de que todos lo hagan de la misma manera.
Con frecuencia pueden mostrarse deprimidos y esta puede ser la razón que les puede llevar a recurrir a nuestra consulta en Chamberí.
Son personas, también, con dificultades para deshacerse de objetos inútiles, tienden a guardar y rehusar objetos.
Les gusta hacerse listas, administran mal su poco tiempo, presentan adicción al trabajo y presentan una necesidad de planear, de manera meticulosa, incluso actividades de placer.
Tratamiento de los trastornos de Personalidad y conclusiones.
Y hasta aquí esos 10 Trastornos de la Personalidad que, desde la clínica, hemos logrado catalogar.
Como podemos observar, sin embargo, existen otras muchas características de la personalidad que, no siendo aquí recogidas, si se manifiestan de forma rígida, intensa y perdurable en el tiempo, también puedan traer consecuencias negativas y por tanto, llevar a patología.
Es cierto que las personas no cambiamos (ni debemos querer cambiar). En realidad, una psicoterapia, no sirve para cambiarnos.
La manera que trabajamos en Psico3, se basa en que, desde la propia aceptación, identifiquemos esos rasgos de nuestra personalidad, que están resultando limitantes en nuestra vida y tratemos de “modularlos” o moderarlos, utilizando para ello, la herramienta “estrella” que es la Flexibilidad.
En el tratamiento de los trastornos de Personalidad, desde nuestro despacho de psicología en el centro de Madrid, también se basaría en el tratamiento de los síntomas.
Por ejemplo: dado que muchas de las características de estos tipos de personalidad, generan ansiedad, trabajaríamos técnicas de control de estrés y relajación para el manejo de esta.
Al igual que, en personalidades donde puede haber un pensamiento susceptible y paranoide, nuestro trabajo se basaría en el control del pensamiento.
Indudablemente, si en terapia llegamos a detectar que estas alteraciones son generadas por afecciones médicas o causas orgánicas, no dejaremos de derivar el caso a un médico especializado y psiquiatra, para ejercer un trabajo complementario en equipo.
Insisto, esto último, siempre, desde la propia aceptación de la personalidad de uno y por tanto, ejercitando siempre la Flexibilidad.
Si te has dado cuenta, que a lo largo de tu vida, tu manera de ser, te juega “malas pasadas”, no dejes de contactar con nuestro equipo y pedir cita. Desde Psico3, ubicado en el centro de Madrid, podremos ayudarte.
