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Ansiedad

Son muchos los pacientes que acuden a nuestra consulta de Chamberí, diciendo sufrir ansiedad. Muchos son diagnosticados por su médico con un trastorno de Ansiedad.

Y a veces, este mismo diagnóstico es el que más les puede llegar a preocupar.

¿Debo preocuparme si me han diagnosticado ansiedad?

Lo primero que me gusta explicarle a mi paciente, cuando llega con un problema de ansiedad, es que la ansiedad, es una respuesta adaptativa que nos protege de las amenazas. Por esta misma razón, debemos de reconciliarnos con ella.

¿Reconciliarnos? Sí, se trata de hacerla nuestra amiga, aceptarla y preguntarle por qué quiere llamar nuestra atención. Preguntarle: ¿Dónde está la amenaza?

¿Qué debemos hacer cuando sufrimos ansiedad?

Psicólogo para Ansiedad en Chamberí

Por lo que estoy comentando, en el momento en el que identificamos nuestros síntomas, nos haremos esa pregunta: ¿Dónde está la amenaza? ¿Qué es aquello que identifico como peligro y me genera estos síntomas?

Si somos capaces de identificar ese estímulo amenazante, es a eso a lo que debemos atacar, poniéndole remedio, buscando una solución o aceptándolo…

Pero en muchas ocasiones, sin embargo, no encontramos la razón. En este tipo de situaciones, al no encontrar el porqué, esta misma, ya puede ser la respuesta: “no hay amenaza ninguna”.

Ya solo, el lanzarnos ese mensaje, puede ser lo suficientemente tranquilizante como para calmar nuestra ansiedad.

Siete cosas importantes que deberíamos saber sobre el funcionamiento de la ansiedad.

Para tratar un problema de ansiedad, es importante conocer el funcionamiento de esta.

  1. Lo primero que debemos saber es eso de que la ansiedad es nuestra amiga y por tanto debemos tratarla con aceptación. Sólo quiere protegernos.
  2. Es cuando esos síntomas superan ciertos límites, cuando tales, se vuelven en nuestra contra y la propia ansiedad se llega a convertir en un problema es sí.
  3. La ansiedad, no es inmediatamente consecuente con aquello que la genera. Por eso, a veces, nos cuesta identificar las causas. El hecho de no identificar a qué es debida, se puede convertir en un problema de ansiedad generalizada.
  4. Sin embargo, a veces, la ansiedad se presenta en situaciones muy concretas, y hacernos creer, que tales son la causa amenazante. Esto, puede acabar derivando en lo que conocemos como fobias específicas.
  5. Muchas veces, la propia ansiedad, es la que se convierte en amenaza. Y me explico: el buscar la causa amenazante y no encontrarla, o que se hayan prolongado en el tiempo los síntomas y no hayan sido bien tratados, puede llevar a que nuestra propia amenaza resulte ser la posible aparición de la ansiedad. Esto, acaba derivando en un problema de
  6. Si entendemos la ansiedad como una emoción, esta va a depender de nuestro pensamiento. Recordemos: no son tanto los hechos los que nos hacen sentir, sino el cómo los interpretamos. Podemos cambiar nuestra manera de interpretar los hechos, para que no resulten amenazantes y reducir la ansiedad.
  7. Las técnicas de relajación siempre nos ayudarán a calmar los síntomas de ansiedad. A partir de paliar estos síntomas, podremos hacer un mejor manejo del pensamiento y por tanto, de la aceptación.

¿Es la ansiedad una enfermedad?

Mi primer planteamiento, ante un problema de ansiedad, cuando un paciente llega a nuestra consulta de psicoterapia en el centro de Madrid, es que no se trata de una enfermedad.

Es decir, cuando un paciente se presenta con este motivo de consulta, lo que quiero es transmitirle la idea de no ser una patología y por tanto, deben tratar de quitarse ese “estigma”.

Obviamente, no podemos olvidar, que en psicología, consideramos problema, todo aquello que al sucedernos, nos limita.

Pero a mí, me gusta hablar de problemas y no de trastornos y enfermedades y mucho menos, cuando hablamos de ansiedad.

Como ya he dicho anteriormente, la ansiedad es una respuesta adaptativa que nos protege de las amenazas.

Entonces, comprenderás que en sí, no sería un problema alguno. Se convierte en un problema, cuando las reacciones que produce, llegan a superar las barreras, que la convierten en limitante.

¿Cómo manifestamos la ansiedad?

Existen distintas formas de manifestar la ansiedad.

Diría, que cada uno la manifestamos de manera diferente y por ello, es importante conocernos a nosotros mismos, para identificar cuál es nuestra forma.

Identificar esa manera que tenemos de manifestar nuestra ansiedad, es algo imprescindible para poder aceptarla y por tanto, ponerle solución.

Pero, también es importante mencionar, que un tipo de síntomas muy comunes son los síntomas físicos del tipo:

Molestias digestivas, sensación de nudo en el estómago, dificultades respiratorias, sensación de presión en el pecho, dolores de cabeza e incluso reacciones dermatológicas, entre otras…

Sin embargo, no podemos perder de vista otro tipo de síntomas, también frecuentes, pero no tan identificables como son los síntomas Cognitivos.

Con estos, me refiero a los pensamientos.

Hay quien, en momentos de ansiedad, presenta pensamientos obsesivos y rumiaciones, probablemente, relacionados con contenidos muy concretos.

También es posible la aparición de pensamientos más negativos e incluso de carácter neurótico por ejemplo, los relacionados con la excesiva susceptibilidad.

Por eso, insisto en la importancia de conocerse uno mismo, o lo que es igual, trabajar el Autoconocimiento, para que identificando, que alguna de estas, es nuestra manera de manifestar la ansiedad, rápidamente, recurramos a la aceptación y no caigamos en interpretaciones erróneas que puedan llevar al incremento de la ansiedad.

Sobre esto último, pondré un ejemplo:

“… Si cuando yo sufro ansiedad, me duele la cabeza, pensar que pudiera tener un tumor cerebral que me causa ese dolor, evidentemente, me llevará a una mayor preocupación, por tanto una amenaza, que me seguirá generando ansiedad. Ya, de manera independiente, a aquello que la esté generando.

De esta forma, probablemente, centre mi atención en ese “tumor cerebral” (mal interpretado) y pierda la conciencia de aquello que realmente, me generaba mis síntomas”.

Por último, en este apartado, quiero destacar que la ansiedad, a veces, tiene una carácter “provocador” y nos podrá sorprender con nuevos síntomas. Debemos tener en cuenta, que nos quiere avisar de algo y a veces, lo hace, a modo de llamada de atención “escandalosa”.

Para ello, es importante, hacer siempre, una correcta observación y análisis, que es a lo que nos ayuda la psicoterapia y es a lo que te podemos ayudar en nuestra consulta de Chamberí.

Trastornos de ansiedad.

Pero, como mencionaba anteriormente, si la manifestación de estos síntomas, acaba convirtiéndose en algo limitante, sí podríamos llegar a sufrir trastornos.

En la psicología clínica tenemos varias clasificaciones de los trastornos de ansiedad, una de ella, sería la siguiente:

Trastorno de pánico:

Se trata de la experimentación de repetidos ataques de pánico. O lo que es lo mismo: “episodios breves de temor intenso, acompañados de síntomas físicos y de otros tipos”

Agorafobia:

Se trata del temor a sufrir ansiedad en determinadas ocasiones, en las que se crea que no se pudiera recibir ayuda o ni siquiera, esto se plantee. A mí me gusta denominarlo: “Miedo al miedo”.

Fobia específica:

Se trata del simple temor a objetos o situaciones específicas. Existen multitud de fobias. Entre las más comunes tenemos:

  • Cinofobia, Fobia a los perros
  • Aracnofobia, Fobia a las arañas.
  • Aerofobia, Fobia a los aviones.
  • Fobia a la enfermedad o hipocondría
  • Amaxofobia o miedo a conducir… y un largo etc.

Trastorno de ansiedad social:

Se trata de sufrir ansiedad ante situaciones sociales como por ejemplo: hablar o comer en público, conocer gente nueva…

Mutismo selectivo:

Más frecuente en niños. El individuo decide no hablar en según qué situaciones.

Trastorno de ansiedad generalizada:

A diferencia de quien sufre el trastorno de pánico, estar personas no experimentan episodios de pánico agudo, sino que, se sienten tensas y ansiosas la mayor parte del tiempo y se preocupan por diversas cuestiones distintas.

Trastorno de ansiedad por separación:

Se trata de ansiedad generada por el hecho de separarse de un progenitor o de cualquier otra figura de apego.

Trastorno de ansiedad debido a otra afección médica:

Tanto los ataques de pánico, como la ansiedad generalizada pueden ser causados por diversas afecciones médicas.

Trastorno de ansiedad inducido por sustancias o medicamentos:

Cuando el consumo de una sustancia o medicamento ha desencadenado ataques de pánico u otros síntomas de ansiedad.

Conclusión final de tus psicólogos recomendados en Chamberí

Como conclusión final en este artículo, destacar el carácter protector y superviviente de la respuesta de ansiedad. A partir de ahí, entender la importancia de conocer su funcionamiento, a veces, desde la propia provocación, para no caer en ella.

No olvides que tanto si hablamos de un trastorno (porque haya llegado a ser realmente limitante), como si sólo hablamos de síntomas en sí, la solución estará basada en la aceptación de tales síntomas, al igual que también podamos recurrir a técnicas para calmar sus síntomas, propias de la psicoterapia como son las técnicas de relajación, o la terapia farmacológica propia del ámbito de la psiquiatría.

Por último, recordarte que si sufres algún síntoma o te han diagnosticado algún trastorno de los anteriormente mencionados, no dejes de pedir tu cita en nuestra web de Chamberí.

Al igual, que si te gusta nuestro trabajo, puedas dejar tu opinión en Google, puntuando con estrellas y dejando tu reseña.

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